Los fuegos artificiales han hecho las delicias de gentes a lo largo y ancho del planeta durante siglos. Y durante ese mismo tiempo han tenido un impacto en el medio ambiente:
Hiriendo y matando personas y animales no humanos en accidentes.
Causando incendios.
Produciendo humo y polvo con partículas de metal y productos químicos tóxicos que contaminan no solo el aire, sino también la tierra y el agua.
Asustando a los animales salvajes y domésticos, y también a las personas.
Contribuyendo a la destrucción de ecosistemas mediante la extracción de los minerales que los componen.
Y, en nuestros días, creando desechos plásticos que son prácticamente imposibles de limpiar del entorno.
Todo ese impacto a cambio de unos minutos de entretenimiento humano. Ya va siendo hora de encontrar maneras más respetuosas de celebrar nuestras tradiciones.
¿Qué puedes hacer tú?
No asistas a espectáculos de fuegos artificiales – crea tus propias formas alternativas de celebrar.
Envía una carta a tu periódico o publicación local explicando por qué los fuegos artificiales no son buenos.
Ponte en contacto con tus representantes políticos a nivel local, provincial o comunitario para conseguir que se prohíban los fuegos artificiales.
Cuéntale a todo el mundo cuáles son las terribles consecuencias de los fuegos artificiales.
