¿Pensabas que los cigarrillos están hechos de papel y algodón y, por eso, son biodegradables? Es un error común.
La verdad es que el 98% de los filtros de los cigarrillos están hechos de fibras de plástico (acetato de celulosa) y contienen cientos de productos químicos tóxicos, incluyendo nicotina, plomo y arsénico. Las colillas constituyen el objeto más frecuente en las recogidas de basuras en playas (hasta 1/3 de todos los objetos recogidos) y se estima que hay unas 4,500,000,000,000 colillas contaminando el planeta. Los filtros pueden tardar hasta 10 años en degradarse por completo, y en ese tiempo liberan contaminantes que permanecen en el medio ambiente incluso más tiempo. Además, los animales terrestres y acuáticos pueden confundir las colillas con comida. Y, finalmente, son muy difíciles de retirar del entorno natural o urbano porque son tan pequeñas y conllevan altos costos laborales.
Así pues, sin mencionar siquiera los problemas de salud que causan en los seres humanos que fuman o que son fumadores pasivos de los humos de otros, los cigarrillos son un serio problema medioambiental. Si fumas, no solo estás deteriorando tu propia salud; también estás contribuyendo a enfermar el planeta, incluso aunque no tires tus colillas al suelo, porque estás financiando a la industria responsable de toda esta contaminación.
